PUBLICACIONES DEL GRUPO LIBERTAD Y DEMOCRACIA
14 de septiembre de 2024
Excelentísimo Señor Presidente:
Nos dirigimos a usted en representación del Grupo Libertad y Democracia, una coalición de expresidentes y líderes comprometidos con la defensa de los valores democráticos, los derechos humanos y la libertad en nuestro hemisferio. Este grupo, con una trayectoria sólida en la lucha por la preservación de las democracias en América Latina, considera esencial alzar la voz en un momento crítico para la región.
En esta ocasión, queremos manifestar nuestra profunda preocupación ante la petición que ha sido elevada para que Cuba sea retirada de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo por parte del Gobierno de los Estados Unidos. A lo largo de décadas, el régimen cubano ha sido un actor clave en el patrocinio y la promoción de grupos insurgentes y organizaciones terroristas en América Latina, contribuyendo de manera directa a la inestabilidad política, económica y social de la región. Este respaldo no ha sido esporádico ni circunstancial, sino parte de una estrategia estructurada bajo el pretexto de la solidaridad revolucionaria. Los efectos de estas acciones han sido devastadores en países como Colombia, donde organizaciones como las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) han perpetrado actos de violencia durante décadas, debilitando las instituciones democráticas y generando sufrimiento entre las poblaciones civiles.
En el caso particular de Colombia, los vínculos entre el régimen cubano y el ELN son ampliamente documentados y conocidos. Cuba ha proporcionado un espacio seguro para los líderes de este grupo armado, permitiéndoles operar desde la distancia mientras continúan sus actividades terroristas en territorio colombiano. Un ejemplo reciente que ilustra este apoyo es el atentado del 17 de enero de 2019 contra la Escuela General Santander en Bogotá, un ataque coordinado por el ELN que cobró la vida de 22 jóvenes cadetes y dejó decenas de heridos. A pesar de la gravedad del ataque y de las pruebas contundentes que lo vinculaban con miembros del ELN resguardados en Cuba, el régimen cubano se negó a cumplir con las solicitudes formales de extradición presentadas por el gobierno colombiano, alegando su compromiso con los protocolos de paz.
Esta negativa no solo obstaculizó los esfuerzos de Colombia por llevar a la justicia a los responsables, sino que también reflejó la continua falta de compromiso de Cuba con las normas internacionales de cooperación en la lucha contra el terrorismo. Este tipo de comportamientos ha sido recurrente en las relaciones entre Cuba y otras organizaciones armadas ilegales, que han encontrado en la isla un refugio seguro para sus líderes. A lo largo de los años, este respaldo ha permitido a grupos como las FARC y el ELN reorganizarse, financiarse y continuar ejecutando acciones que han desestabilizado la región.
La posible retirada de Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo enviaría un mensaje profundamente equivocado a los pueblos de América Latina que han sufrido las consecuencias de los actos violentos cometidos por estas organizaciones. Sería una decisión que ignoraría las realidades de un régimen que, incluso en el contexto actual, sigue protegiendo y amparando a individuos y grupos que operan fuera de la ley. Las naciones democráticas de nuestra región, muchas de las cuales han sido blanco de actos terroristas, verían en esta medida una disminución de los esfuerzos globales por combatir el terrorismo y una concesión a quienes siguen promoviendo la violencia.
Es esencial que Estados Unidos mantenga una posición firme frente a cualquier régimen que respalde o promueva actividades terroristas. El terrorismo no solo es una amenaza a la seguridad nacional de los países afectados directamente por sus acciones, sino también una afrenta a los valores democráticos y los derechos humanos que todos compartimos. El régimen cubano ha sido históricamente un actor activo en el sostenimiento de redes que promueven la desestabilización regional, y no ha demostrado una voluntad real de desvincularse de estas actividades.
El Grupo Libertad y Democracia, conformado por exjefes de Estado y líderes regionales que han defendido la democracia a lo largo de los años, apela a su liderazgo y visión estratégica en este tema tan delicado. Mantener a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo es una medida ineludible para preservar la paz, la seguridad y la libertad en nuestra región.
Atentamente,
Grupo Libertad y Democracia