Grupo Libertad y Democracia pide máximas sanciones internacionales contra el régimen venezolano ante cualquier intento de fraude electoral el 28 de julio

El Grupo Libertad y Democracia destaca y valora la incansable lucha de la resistencia democrática en Venezuela, que durante dos décadas ha enfrentado el autoritarismo y la mutación del sistema democrático en dictocracia y, posteriormente, en la dictadura que conocemos hoy.

Desde la era de Hugo Chávez hasta la actualidad con Nicolás Maduro, los miembros de la resistencia han sido constantemente víctimas de manipulaciones y fraudes electorales para restringir la representación de una ciudadanía libre. A pesar de los abusos, violaciones a los derechos humanos, inhabilitaciones, persecuciones e intimidaciones, la resistencia democrática ha enfrentado el oprobio del dictador.

Gracias al respaldo de líderes internacionales, se ha visibilizado ante el mundo el sufrimiento del pueblo venezolano, lo que ha resultado en la imposición de sanciones y un proceso de negociación que ha ejercido una presión efectiva sobre la dictadura, llevándola a reconocer de manera inequívoca la demanda global por la libertad.

A pesar de los obstáculos impuestos por la dictadura, el próximo 28 de julio se llevará a cabo un proceso electoral en el que figuras como María Corina Machado y Corina Lloris han sido inhabilitadas. Hoy, Edmundo González ha unificado la resistencia, gracias al liderazgo de María Corina Machado, mostrando un amplio respaldo popular frente al escaso apoyo al dictador.

Venezuela está ad portas de iniciar nuevamente el camino hacia la democracia, lo cual augura un renacimiento político, económico y social después de años de la mayor crisis migratoria de la región. Esta crisis ha separado a familias enteras que ahora esperan el restablecimiento democrático para poder regresar y contribuir a la reconstrucción de su país.

Ante la realidad que enfrenta Venezuela hoy, el próximo 28 de julio existen solo dos escenarios posibles: el contundente triunfo de la efervescencia democrática o el abusivo robo de las elecciones por parte del régimen dictatorial de Nicolás Maduro.

El régimen enfrenta una clara falta de apoyo popular y, en su desesperación, ha intentado impedir la presencia de observadores internacionales. Buscan prohibir la presencia de testigos electorales y amenazan a la ciudadanía con un baño de sangre. Por ello, la comunidad internacional debe apoyar a los ciudadanos que reclaman la restauración de la democracia. Cualquier intento de fraude debe ser castigado con las máximas sanciones, y se debe proceder a una judicialización internacional efectiva contra Nicolás Maduro y su círculo más cercano.