Javier Milei se define como “un liberal libertario y un anarquista de mercado”. Tal vez sea interesante ahondar algo más en esta filosofía política, que tanta acogida ha recibido en el país vecino.
Muchos dirán que entre un anarcocapitalista, un libertario y un liberal clásico son muchas más las similitudes que las diferencias. Sin embargo, en política a veces son estas últimas las que importan y definen. Es evidente que todos comparten una valoración de la libertad individual como eje central de las instituciones políticas, económicas y sociales; y también de la propiedad privada y la existencia de mercados libres y competitivos, porque son una garantía de mayor creatividad, prosperidad y bienestar para todos; del mismo modo creen, con distintos pero significativos matices, que la intervención del Estado en la economía a través de regulaciones y subsidios distorsiona los precios, no permite conocer el principio básico de la economía, que es la escasez, y perjudica el crecimiento económico.